Ahora sí podemos decir que Junior es un grande de Colombia

Hace unos años, solo se hablaba de Atlético Nacional como un referente en el país y que los demás debían seguir el ejemplo.

Los hinchas tiburones están pasando por el momento más feliz en los últimos años con el equipo de sus amores, Junior de Barranquilla. A la tan anhelada octava estrella y al subcampeonato internacional de la Copa Sudamericana, se le suma la buena administración que han venido llevando a cabo las directivas de la institución.

Hace unos años, solo se hablaba del buen manejo que tenían los directivos de Atlético Nacional. Proceso que habían comenzado con el profesor Juan Carlos Osorio y que supo finalizar Reinaldo Rueda con una Copa Libertadores y el dominio en el rentado nacional.

Por esa época, mucho se hablaba de que el resto de equipos tenían que tomar nota y seguir el modelo de trabajo y contratación que implementaba el equipo verdolaga. Todo indica que los directivos ‘Rojiblancos’ hicieron caso y cumplieron la tarea.

Hoy en día, Junior de Barranquilla, no solamente atraviesa la que para algunos es la mejor etapa de la historia del club, sino que se puede dar el lujo de ser calificado como el mejor equipo en Colombia.

Pero el cambio no ocurrió de la noche a la mañana. Los directivos vienen haciendo esfuerzos considerables para construir una plantilla digna de un equipo grande en Colombia y han desarrollado un proceso que ha resultado en grandes figuras traídas del exterior, complementado con grandes descubrimientos en la cantera del equipo barranquillero.

Para mitad de año de 2017, las directivas de Junior dieron un golpe en el mercado de pases nacional, al incorporar a sus filas a dos jugadores de renombre en el fútbol sudamericano. Con una inversión de 6 millones de dólares, Teófilo Gutiérrez (1,5) y Yimmi Chará (4,5) conformaron el famoso ‘ChaTeo’ que dejó al equipo con un título de Copa Águila ese mismo 2017 y una dura eliminación ante Flamengo en semifinales de la Sudamericana.

Luego en el siguiente mercado de pasas ficharon al uruguayo Jonathan Álvez, goleador del fútbol ecuatoriano, por un a cifra de 3,5 millones dólares, para que complementara al ‘ChaTeo’.

A pesar de que Álvez no rindió lo que se esperaba por uno u otro motivo, Junior demostró su poderío económico fichando a uno de los jugadores más sonados del fútbol sudamericano en ese momento.

Para ese 2018, Junior mantuvo la base de su equipo y a pesar de que Chará partió para suelo brasileño, el proceso en cabeza de Julio Comesaña, se mantuvo, algo que en otra época hubiera sido poco probable en las filas barranquilleras. El resultado fue la primera final continental del cuadro ‘Rojiblanco’ y la octava estrella en el certamen local.

Hoy en día, Junior sigue creyendo en un proceso. Mantuvo a grandes figuras que tenían ofertas del fútbol internacional, como lo son, Luis Díaz, Víctor Cantillo y Teófilo Gutiérrez. Sigue confiando en su cantera, sacando jugadores como Gabriel Fuentes, Willer Ditta, entre otros, y trajó un técnico mundialista, como lo es Luis Fernando Suárez, quien es considerado por muchos, el mejor del fútbol colombiano.

Además, las directivas volvieron a dar un golpe en el mercado de pases nacional con la contratación del chileno Matías Fernández, jugador campeón con la selección chilena de fútbol en la Copa América 2015 y Rey de América en 2006.

Algo se tuvieron que haber dado cuenta los directivos rojiblancos, que han decidido jugársela toda con incorporaciones de peso e invirtiendo en las inferiores del cuadro barranquillero.

Y es que Junior no solo ha gastado cantidades considerables en jugadores de fútbol. Remodeló su sede deportiva, Adelita de Char, en la que actualmente hay dos canchas de las mejores especificaciones y calidad para la preparación del conjunto barranquillero, además del gimnasio y la zona de camerinos.

También hizo cambio de sede administrativa, donde se puede encontrar una zona de prensa, donde son atendidos los periodistas del medio local e internacional, panorámica muy lejana a las ruedas de prensa realizadas de manera improvisada, a las afuera de la antigua sede administrativa.

Lo único que le falta a este gran proceso, es que la hincada tiburona se las crea y acompañe al mejor equipo que tiene actualmente el fútbol colombiano. No basta con abonarse, hay que acompañar al cuadro tiburón todos los partidos para que los jugadores sigan dejando alma y cuerpo en el terreno de juego, como lo vienen haciendo en las últimas presentaciones.

Este año puede ser más que histórico para Junior de Barranquilla. En el corazón de sus hinchas está la ilusión de lo que podría ser la primera final de la Copa Libertadores si los jugadores creen como creyeron para llegar a la final de la Sudamericana y si la hinchada los apoya hasta el final para conseguirlo.

Por: Guillermo Zea (@guillermo_zea)

 

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